Desc: Hitler: La Bestia de Berlín: Dirigida por Sam Newfield. Con Roland Drew, Steffi Duna, Greta Granstedt, Alan Ladd. Hans Memling, un joven intelectual y patriota alemán, se opone secretamente al régimen nazi. Con la ayuda de Gustav Schultz, el padre Pommer, Anna Wahl y otros, recoge información precisa de emisiones de radio extranjeras y la distribuye por toda Alemania mediante una operación de prensa clandestina. Convence a su cuñado Karl Bach, hermano de su esposa Elsa, de que Hitler está llevando a Alemania hacia una segunda guerra mundial. Karl, enamorado de Anna, se une al movimiento, decidido a restaurar la cultura alemana y salvar al pueblo de la brutalidad de las Storm Troopers y la Gestapo. El grupo tiene un vínculo interno a través de Albert Stalhelm, un soldado de asalto y uno de los guardias de élite de Hitler. Albert está asqueado por las brutalidades que ve y quiere dimitir y huir de Alemania, pero Hans lo convence de quedarse hasta que encuentren un reemplazo. Él está de acuerdo, pero advierte al grupo que se ve obligado a unirse a las orgías nazis y que el alcohol le suelta la lengua. Elsa está a punto de tener un bebé y vive aterrorizada de que se descubran las actividades de su marido, y trata de persuadir a Hans para que emigre a los Estados Unidos porque no quiere que su hijo crezca como un nazi. Decide quedarse porque no puede dejar de lado su deber hacia su país y su civilización, y Elsa se niega a irse sin él. Advertidos por Lustig, un camarero de una cervecería, de que la Gestapo los está vigilando, Hans y Erlich, otro antinazi activo, escapan. Lustig es encarcelado y torturado, pero no se le puede obligar a hablar. Más tarde, Hans es capturado y entregado a Albert y otros dos hombres de las SS para que los torturaran, y Albert no se atreve a moverse para salvar a su amigo. Asqueado por la brutalidad, Albert intenta volver a casa, pero se ve obligado a unirse a una fiesta, donde se emborracha y dice que tiene que ir a avisar a sus amigos. Los hombres de las SS lo escuchan revelar los nombres de los miembros del grupo y luego le disparan. Hans, Lustig, Schultz, Karl y el padre Pommer son arrojados a un campo de concentración, donde el comandante es el amigo de Hans de la Primera Guerra Mundial, el coronel Hess, quien ordena que Hans sea tratado decentemente, pero a los demás no les va bien, ya que son golpeados, humillados y obligados a elogiar a Hitler. Erlich, que ha escapado de la redada, les dice a Elsa y Anna que Lippert, un abogado nazi corrupto, puede conseguir la liberación de Hans por mil marcos. Hans y los demás son vendidos como mano de obra esclava por los guardias del campo, quienes sólo ven a los prisioneros oprimidos como un medio de beneficio personal. Hans le dice amargamente a Hess que Hitler está estrangulando a Alemania y que nunca se someterá al gobierno de un lunático. Hess ordena que lo golpeen y se niega a liberarlo cuando llega la orden de Lippert. Con la ayuda de un guardia, Braun, Hans escapa y él y Elsa llegan a la frontera, pero Hans decide que no puede abandonar Alemania mientras los nazis gobiernen y regresa para ayudar a Erlich a reconstruir la organización antinazi. elsa se queda con el.